Motivada por Tirso y por las ganas de enfrentarse a los retos del negocio por sí misma, Julia decide arreglar las máquinas del taller. Pero pronto se da cuenta de que necesita algo más que voluntad y no le queda más remedio que aceptar la ayuda de Sergio. Pero Tirso y Elena la ponen sobre aviso, ¿y si Sergio tiene otras intenciones? En Río Muni, Patricia se resiste a abandonar sus raíces a pesar de que parece la única esperanza de salir del apuro económico. Cree que aún le queda una baza por jugar y está dispuesta a tragarse el orgullo si es necesario. Tampoco Carmen se resigna a marcharse y piensa en un plan para ganar dinero, un plan para el que necesita la ayuda de Kiros, ¿estará dispuesta a hablar con ella o aún le guardará rencor tras la muerte de Dayo?