Miquel Silvestre está en Polonia y sigue su camino hacia el sur por las carreteras más estrechas y apartadas, lo que le depara descubrimientos como unas curiosas barcazas para cruzar ríos. Pero le sorprende un temporal de lluvia que le obliga a buscar refugio en un hotel de carretera donde tendrá ocasión de degustar especialidades locales antes de llegar a la bellísima ciudad de Cracovia.