Miquel Silvestre viaja de Letonia a Lituania y visita un lugar sobrecogedor, la Colina de las Cruces, donde se acumulan decenas de miles de crucifijos en señal de fe pero también de compromiso político con la independencia lituana frente al ocupante soviético. De ahí irá a la vibrante ciudad de Vilna para conocer desde dentro una curiosa república independiente, la de Uzupi.