Miquel Silvestre está en Ulan Bator y debe regresar en avión a Madrid para ver a su familia, pero esto es Mongolia y ni siquiera ir al aeropuerto es una tarea sencilla. Una vez en el avión, que ha de hacer varias escalas, nuestro viajero puede rememorar los episodios más extraordinarios de un viaje por Asia que ha durado ya cuatro años y que ha dejado a su querida Gorda llena de cicatrices y averías. Cuando llega por fin a Barajas no sabe todavía dónde le llevará el destino.