Miquel Silvestre se despierta en su tienda de campaña frente al mar. Está sinceramente emocionado por la cercanía del cementerio de los héroes australianos de Gallipoli. Tras visitar el emotivo memorial se dirige hacia el interior de Anatolia, pero para llegar tiene que cruzar un mítico estrecho marítimo. Sube un ferry representativo de la compleja, plural y diversa sociedad turca.