Miquel Silvestre abandona Bulgaria y se dirige a Turquía, uno de los países más interesantes, complejos y vitales del mundo, auténtico nexo entre Oriente y Occidente, y solar de grandes acontecimientos históricos. Pero entrar en motos no resulta sencillo porque se trata de una frontera rigurosa con la Unión Europea. Una vez en Turquía nos dirigimos hacia un territorio célebre por una de las más grandes batallas de la primera guerra mundial: Gallipoli.