Aunque tanto Ángel como Francisco tienen intención de comprarle a Jorge sus acciones en el bufete para librarse de él, el joven Leiva no tiene ninguna intención de vender ni de volverse inmediatamente a Chicago. Quiere quedarse a esclarecer las circunstancias en las que murió su padre y ocupar su lugar. Julia, que ha llegado para aspirar a una plaza de pasante para la que no está suficientemente cualificada, acabará siendo elegida por Sofía para sustituir a la desaparecida Feli y ser la secretaria de Jorge, con el que, antes de conocerse, ya ha tenido un encontronazo accidental. Por otra parte, Francisco contempla, preocupado, la tendencia de su hijo Jesús a coquetear con Alba, que es, aunque él no lo sepa, hermanastra suya.