Si algo llamaba la atención en estas fechas, finales de enero de 1976, es sin lugar a dudas la cantidad de huelgas que proliferan en casi todos los sectores del país. Desde que se declaró la "guerra" en las Artes Gráficas, Antonio no duerme tranquilo. En la imprenta todo sigue igual, ya que los obreros se mantienen firmes en su idea de no trabajar hasta que la situación mejore. Antonio está cada vez está más preocupado porque si pierde clientes no va a poder hacer frente a los numerosos pagos que tiene que hacer y teme tener que cerrar el negocio. Para apoyar a las imprentas y aumentar la presión, algunos periódicos del país han decidido también hacer huelga. Tony apoya el parón aunque se siente culpable de no ayudar a su padre en estos difíciles momentos. La presión de los socios de 'Criterio' es cada vez mayor ya que no están dispuestos a sacrificar el siguiente número de la revista por la huelga que hay en la imprenta. Así que Antonio, con la ayuda de Paulino y don Pablo, sigue imp