Llega la Navidad y el ambiente festivo se nota en las calles. Las primeras Navidades sin Franco llegan con algunas novedades, como el árbol que por primera vez se instala en San Genaro. El abeto llama la atención de todos menos del padre Froilán, que acostumbrado al Belén, no le acaba de gustar la idea. Este elemento cotidiano que se introduce en las Navidades será el primero de una serie de cambios que se irán imponiendo en el barrio y también en España. En el terreno político las transformaciones van lentas. Los españoles poco a poco se acostumbran a que el Gobierno esté presidido por Arias Navarro y se produce el abandono definitivo del Sáhara. Pero a pesar de estos cambios, algunos, incluidos los Alcántara, no acaban de entender muchas cosas, como por ejemplo que siga habiendo presos políticos en las cárceles. Precisamente por ese motivo se organiza la primera gran manifestación tras la muerte de Franco. Cientos de personas se congregan en Preciados para pedir amnistía y libertad