Tras la celebración de las fiestas navideñas, los Alcántara empiezan el año con cambios, reformas y algún que otro desafortunado descubrimiento. Y es que, en los inicios de 1975 se respira un espíritu de cambio con la huelga promovida por los actores en toda España que, por supuesto, también afecta a Inés y a Toni, que cubre la noticia. Al margen de manifestaciones y reuniones en sindicatos, los Alcántara viven su propia reforma: la del nuevo piso de Inés y de Eugenio. Toda la familia se pone manos a la obra y así, entre los callos que cocina Paquita y las ganas que le echan, parece que van avanzando. Los que no avanzan son Antonio y Mercedes, que después del disgusto de Reyes se han quedado estancados en la relación, lo mismo que les ocurre a sus problemas. Mientras Mercedes intenta buscar apoyo en las marquesas para las que confeccionó vestidos con Bárbara, Antonio descubre