Mientras los teatros madrileños continúan cerrados por la huelga de actores de 1974, los Alcántara luchan por salir adelante. Y es que, la deuda que Antonio ha adquirido  con Mateo por el juego hace que sus relaciones personales se compliquen haciendo mella, sobre todo, en el día a día con Merche. Mientras tanto, la preocupación de Mercedes no para de crecer, ya no sabe qué hacer para que Antonio 'reaccione', ni siquiera con la ayuda de López Ibor...Pero el que verdaderamente se encuentra perdido es Don Froilán, que además de salirle un apóstata entre sus feligreses, no es capaz de llenar la Iglesia los domingos y, por si fuera poco, empiezan a correr rumores de una supuesta querida. Los problemas de tipo religioso también afectan a Toni en la proyección de Jesucristo Superstar y de otra manera a Carlitos, que mientras ve cómo Josete ha recibido 'la llamada', a él cada día le cuesta más encontrar la fe necesaria para confirmarse.