Después de muchos quebraderos de cabeza, Antonio por fin consigue que Don Pablo le firme el cheque por el trabajo que la cooperativa ha estado realizando durante las últimas semanas. Este encuentro con Don Pablo hará resurgir en Antonio aquellos delirios de grandeza de tiempos pasados que le volverán a costar más de un enfado, sobre todo, con Mercedes. La solución a sus deseos de prosperar esconde la aceptación del justiprecio y con el dinero que les den, construir un chalet a las afueras de Madrid. Antonio y Desi, ilusionados con la posibilidad de tener piscina y jugar al tenis, convencerán a sus familias para ir de visita a la dichosa urbanización. Ni Carlos ni Herminia quieren acompañar a la familia porque ya tienen sus propios planes. Herminia será la que consiga zafarse para quedar con Alfredo, pero Carlitos tendrá que ir con Josete a la urbanización y llegarán tarde a una cita realme