En el mes de diciembre de 1970 proliferaron las protestas en España y, sobre todo, en el extranjero, a causa del Juicio de Burgos, en el que varios miembros de la banda terrorista ETA se jugaban la pena de muerte. Los obispos vascos, en disconformidad con la naturaleza del juicio, firmaron una carta de protesta que Eugenio lee en misa. Como era de esperar, ningún feligrés queda indiferente ante el gesto del párroco. La mayoría de ellos, como Antonio y los parroquianos del bar, echan en cara a Eugenio su creciente politización, mientras que otros, como Toni, le apoyan de manera incondicional y piensan que ha llegado la hora de movilizar al barrio.  En este ambiente de tensión política y social, Toni y Clara siguen juntos a pesar de la adversidades. Clara, que sigue luchando contra sus sentimientos, se avergüenza sobremanera al darse cuenta de que Antonio está al corriente de todo. Por su parte, Antonio, mientras rehuye a un Federico que ya se está oliendo algo, intenta que su hijo entr