La aparición de unos huesos en una zanja de Sagrillas, hacen revivir a Herminia un episodio de su vida que ha tenido enterrado durante años. Una historia que habla de lealtad y traición, de memoria y olvido, pero también de la vida y de la muerte. Los restos encontrados pertenecen al doctor Moreno, un antiguo médico de Sagrillas al que Herminia está eternamente agradecida. En su memoria, Herminia decide peregrinar a un campo de margaritas de Sagrillas donde el médico solía acudir, pero allí sufre un percance.