En 2020, Antonio sigue convaleciente en el hospital mientras el resto de la familia continúa con su vida. Santi, el hijo de Toni, se plantea ser padre, pero le da miedo.
Paralelamente, en 1992, Antonio sigue con su recuperación. En la agencia sus socios, que están cansados de que a la menor oportunidad ejerza de jefe y no de socio, le sugieren que organice un viaje para Mercedes. Tienen que volver a estar juntos.
Merche, siempre entregada a la familia, está preocupada por su hija Inés. Económicamente no está bien y, además, tiene problemas con su hijo Oriol. Por último, Toni recibe el encargo de su jefa Marta de seguir los pasos de Jacinto. Marta le ha puesto un anzuelo y quiere pillarle filtrando información a los medios.