Enero, 1986. Los Alcántara y todos los vecinos que viven en la plaza de San Genaro no pueden volver a sus casas por riesgo de derrumbe. Una de las zonas más afectadas es la del videoclub, que ha quedado entre escombros. Antonio y Mercedes se van, temporalmente, a casa de Toni y Deborah mientras los técnicos valoran el estado de los edificios. A la incertidumbre de no saber si van a poder volver a casa se une el hecho de que Antonio choca con Deborah, lo que complica la convivencia. Herminia y María se van a casa de Inés y Marcos, pero la abuela no lleva bien los cambios y no se acostumbra a ir al baño en una casa desconocida. María tampoco se adapta a vivir con Oriol, que la sigue viendo como algo más que su tía.