A causa de la crisis económica, desde 2007 se ha multiplicado el número de personas que acuden a las organizaciones benéficas en busca de apoyo para cubrir sus necesidades básicas. Crónicas pone foco en uno de los aspectos de la acción solidaria: el proceso de distribución de alimentos hacia los que tienen menos recursos. Más de 7.000 empresas alimentarias, cadenas de distribución, sociedades de productores o instituciones públicas colaboran con los Bancos de Alimentos. Donan productos, en muchos casos excedentes que, de otra manera, acabarían en los vertederos. Los Bancos de Alimentos redistribuyen los productos a las entidades benéficas que, a su vez, reparten la ayuda entre los que más la necesiten. Es el último paso de la red alimentaria asistencial que se realiza en los comedores sociales o en los despachos de entrega de alimentos. Una red tejida por un batallón de voluntarios que dedican su tiempo y su esfuerzo a paliar los efectos de la peor consecuencia de la crisis: el