Combatir la soledad podría convertirse en uno de los principales retos de las sociedades modernas; y aunque las cifras hablen de casi ocho millones de personas mayores de sesenta años que viven solas en nuestro país, vivir solo no significa necesariamente sentirse solo. La soledad no deseada es un fenómeno creciente en nuestras sociedades, principalmente entre los mayores. La soledad no deseada, unida al aislamiento y la fragilidad, a veces a la enfermedad; una soledad que se esconde y en ocasiones es difícil de detectar. Un sentimiento que permanece a veces muy oculto.