Cinco años después de que la Unión Europea prohibiera su pesca por sobreexplotación, Crónicas viaja hasta el Cantábrico para retratar el fin de la veda del bocarte.Crónicas ha compartido dos jornadas con los tripulantes del cerquero Braulín. Fuimos con ellos desde Colindres, en Cantabria, hasta el Golfo de Vizcaya. Allí es donde se concentra toda la flota del Cantábrico para pescar bocarte. También hemos estado con los productores de anchoas. Miles de familias del norte viven del bocarte y su posterior transformación en anchoa. Es el principal motor económico de algunas localidades del norte.