En 2014 Jerez de la Frontera es Ciudad Europea del Vino, un título que reconoce la importancia económica y cultural de su industria vitivinícola. Entre los lagares fenicios del Bajo Guadalquivir y las bodegas del siglo XXI, hay un vínculo de tres mil años de historia que convierte estos vinos en los más civilizados del mundo.Sobrevivieron a cinco siglos de dominación árabe, viajaron en las bodegas de las naves que fueron al descubrimiento de nuevos mundos y hace seiscientos años que conquistaron el mercado inglés. En el siglo XIX el vino de Jerez se convierte en lo que es hoy: una poderosa industria con vocación exportadora. En Crónicas hemos querido saber por qué es un vino "vivo" que no existiría sin el mar; conocer el secreto de las bodegas/catedrales, donde se cría y envejece; y beber una copa de Jerez al compás del mejor cante. En esta ciudad, cuna de grandes linajes artísticos, vino y flamenco se han dado la mano para convertirse en un motor turístico y económico de primer