Ocho menores fueron asesinados por sus padres o las parejas de sus madres, víctimas de la violencia de género, en España en 2017. Es el dato más trágico desde que hay estadísticas, ninguno de esos niños había cumplido los doce años. Según los expertos, asesinar a los hijos es el peor castigo, el peor maltrato, que se le puede dar a una madre. Sobre ello y sobre medidas legislativas nos habla Ruth Ortiz, la madre de Ruth y José, asesinados por su padre, José Bretón hace siete años en Córdoba. Además de los asesinatos nos fijamos en la desprotección que sufren los huérfanos por violencia machista. En los últimos cinco años 187 menores se han quedado huérfanos porque su padre o la pareja de su madre la han matado. Su desprotección denuncian víctimas y expertos es a nivel económico porque todavía algunos ni cobran la pensión de orfandad y a nivel psicológico porque hasta ahora para acceder a ayuda psicológica el padre, asesino de la madre, tenía que permitirlo. Ambos problemas se intentar