Gwen es empleada de una floristería y está siendo cortejada por su simpático jefe, Joey. Gwen no se opone, pero tampoco le acaba de aceptar. Tiene una relación intensa, pero también agotadora, con su madre Ellen. Afortunadamente, Ron, compañero de Ellen, está ahí para apoyarla. Mientras lleva flores a un cementerio, Gwen tropieza, cae en una tumba abierta y se desmaya. Cuando abre los ojos, un apuesto hombre se inclina sobre ella. Es el médico de urgencias, Lennard, y entre ellos saltan chispas.