Jamie entra en contacto con Stella, una chef chino-italiana de segunda generación que, como él, intenta unir dos culturas en una misma mesa. Conduciendo su Vespa por Roma, Jamie visita el área de los Castelli, donde descubre por qué las recetas centenarias todavía se guardan con recelo y se une a un festival local dedicado a las fresas y la felicidad.