Este primer episodio del Camino Francés arranca en tierras galas, por Saint Jean Pied de Port, para cruzar los Pirineos, recordando la batalla de Roncesvalles, y descubrir en la población que le da nombre la Colegiata de Santa María. Pamplona es la primera gran ciudad que atraviesa el peregrino, cuyos pasos discurren después por lugares singulares de la Navarra Media Occidental como Obanos con su misterio; Puente la Reina, donde se unen dos rutas importantes; Estella, burgo que nace del Camino o Viana. En el valle de Ilzarbe la soledad magnifica de Santa María de Eunate. Es el Ebro quien marca el paso hacia la Rioja, haciendo parada en Logroño, capital de puente, monumentos y vinos, antes de descubrir a Santiago Matamoros a la vista de los riscos de Cavijo. Pasa después la ruta Xacobea por la capital del antiguo reino de Nájera, para finalizar en la pequeña villa de Santo Domingo de la Calzada, en la que se recuerda uno de los grandes milagros del apóstol.