El ocio es uno de los primeros motores de la economía del planeta; su desarrollo y evolución, impregnándose de elementos culturales, ha cambiado el concepto de turismo y ha generado la demanda de nuevas infraestructuras, entre las que se encuentran los modernos parques temáticos. Desde los viejos parques como el retiro de Madrid (cap), hasta hoy, la creación de equipamientos relacionados con el ocio ha comenzado a ejercer un peso decisivo sobre nuestro territorio e influye de forma evidente en el patrimonio.