El karaoke, ese lugar donde terminan las noches en las que se toman malas decisiones. Esos templos de la sordidez y la fantasía kitsch nos permiten sentirnos como estrellas del rock o de la canción melódica durante unos minutos mientras hacemos el ridículo en condiciones relativamente controladas. El Archivo de RTVE esconde tesoros musicales sin paragón, y también canciones de gran calado popular cuyas melodías no nos resistimos a vociferar, ya sea en privado, en la ducha o en público.