Ana Tramel es una abogada penalista retirada, adicta a los tranquilizantes y que se gana la vida recurriendo multas en el bufete de su mejor amiga Concha. Un día, Ana recibe una llamada que cambiará su vida para siempre: su hermano Alejandro acaba de ser detenido acusado de asesinar al director del Gran Casino de Robredo y necesita que le defienda. En la visita a su hermano en el calabozo, Ana conoce al teniente Moncada, el encargado de la investigación y con el que existe una atracción mutua. Allí descubre que Alejandro tiene una familia que ella no conocía: su mujer es Helena, una joven strípper rusa con la que tiene un hijo de dos años, Martín. Al comenzar la investigación con su equipo, Ana descubre que su hermano estaba enganchado al juego y anegado por las deudas. Decide hacerse cargo del caso y volver a ponerse la toga después de cinco años sin pisar un tribunal.