Un examen imprevisto impide que Fede pueda ir al cine con Almudena y Jaime. Ella cree que es porque se avergüenza de ir con una tullida. Irene soporta aterrorizada las barbaridades de Carreño, y debe arreglarse para acudir a la cita que él le impone o de lo contrario denunciará a Ubaldo.