Ubaldo, tras la cena de fin de año, se ofrece para acompañar a Pilar a la pensión en la que hospeda. Allí descubre, con sorpresa, que parece tener un marido, marido, Javier, de quien no ha hablado. Habla con Irene y le manifiesta su sospecha de que Pilar pueda esconder un grave secreto, pero Irene, pese a que conoce la verdad, niega saber nada. Las cosas están agitadas en casa de Andrés, quien sufre las consecuencias del derrumbamiento de los pisos y no parece que vaya a recuperar demasiado pronto el prestigio perdido. Consuelo regresa a la Academia, acompañada de su padre, ya que, al ser menor de edad, debe ser Trino quien firme el contrato con don Vicente. Jaime, completamente absorbido por el programa de recitales poéticos en la Universidad, defiende a Fede delante de su padre, que ve con malos ojos la relación entre ambos. Asunción se preocupa por estar a la altura de los conocimientos de su novio.