Benita, a punto de suicidarse y matar por el camino a Gloria y Adelina, es interrumpida in extremis por Andres y acaba siendo detenida por la policía. La noticia corre como un reguero de pólvora por el barrio, nadie acaba de comprender lo sucedido. Tras el duro golpe, Adelina es ingresada en el hospital. Manolita se ofrece a acoger mientras tanto a Gloria en su casa, pero Irene propone que se instale con ella. Cuando Eulalia se entera, es ella quien decide llevársela a su casa, para sorpresa de Almudena y Jaime. Andrés agradece el gesto de su mujer, y decide contar la verdad a sus hijos, tanto de su parentesco con Gloria como de su separación. Fede confraterniza con Leona y Asunción. Jaime intenta asegurar la relación de Sancho con su hermana y los dos comprueban que sus planteamientos políticos tienen muchos puntos de contacto. Por un error, Sancho dejará unas fotos comprometidas en el local cultural.