Ana, que tiene previsto visitar hoy a Alfonso por primera vez, le propone a Carmen que la acompañe, pero ésta declina la invitación porque opina que ese encuentro debe ser del matrimonio a solas. En el encuentro Alfonso aborda su futuro y Ana le pide que abandone el boxeo. Lucía comienza a hablar, lo cual llena de gozo a Ángel, quien reconoce a Mauricio que por ser monja y haber colgado los hábitos debe haber tenido muchos problemas con la Iglesia. La llegada de un alto dignatario eclesiástico le hace pensar que a él le puede acabar ocurriendo lo mismo. Hay restricciones en las invitaciones al teatro, y Rosa trata de conseguir una para Mauricio. Las investigaciones de Bonilla sobre la sobrina de Estela aún no han dado resultado. Salvador y Cristina retocan la escena de la obra y, pese a que discuten, se dan cuenta de lo mucho que les une. Abel es testigo mudo de este encuentro literario y sentimental.