Manolita y Marcelino siguen con sus planes de irse a Cuenca pero a Manolita le preocupa que en su ausencia Pelayo no pueda hacerse cargo de todo. Salvador está desazonado por la desaparición de Isabel y de César. El asunto le tiene desbordado y vuelve al piso franco sin saber que Diana le ha seguido. Ángel le pide a Alfonso que entrene a los chicos del barrio pues se ha convertido en un modelo para ellos. Las palabras de Ángel hacen a Alfonso sentirse como un fraude ya que sigue consumiendo sustancias prohibidas a espaldas de todos y no se considera, en absoluto, un modelo para nadie. Salvador, prevenido por Diana, se muestra extremadamente cauto ante el Maño en un nuevo encuentro en el café. Mauricio no logra olvidar a Rosa y se desahoga con Ángel. Rosa se presenta en el dispensario para pedirle perdón por lo ocurrido pero Mauricio se niega a hablar con ella. Rosa descubre que Mauricio recibió un anónimo que le informaba de su relación con Gabino.