Hay normalidad en casa de Ramón Rivas aunque él todavía no ha llegado y es cerca de medianoche. Ana, Encarna y Marta, no acusan esa ausencia pues están acostumbradas a que llegue tarde. Encarna se entretiene lanzando ataques a Marta. compara el cariño de Teresa y su madre, con la frialdad entre ella y Marta. Ramón se enfrenta a Héctor y Ovidio, quiere hablar con su jefe y les amenaza. Finalmente se persona Mario, su abogado y Ramón es puesto en libertad. Ovidio le dice tajante a Héctor que ni la redada del póquer, ni las detenciones han existido. Carmen y Pascual no han querido despertar a Teresa y mandan a Alfonso a los Grandes Almacenes para explicar la situación, pero éste recibe la bronca de José María y lo paga con Simón. La incertidumbre de Julieta y los empleados del Morocco respecto a la duración del cierre del local aumenta, así como las especulaciones sobre quien informó a la policía: Pablo sospecha de Celia.