Pablo está entusiasmado con el proyecto de reforma del Morocco y, después de que Jacinto arreglara el teléfono, se dispone a llamar a Doña Paquita¿ sin saber que la propia Doña Paquita acaba de entrar por sorpresa al local. Ana y Teresa son nuevamente acompañadas por Alfonso, quien se muestra más nervioso de lo normal. José María usa sus dotes de seducción con Clementina, mientras Rosa, la ladrona, es apresada por Alfonso en los vestuarios. Bruno vuelve abatido del pueblo  porque ha realizado una muy mala venta de sus tierras. Juanito, que se ha enterado por don Senén, le recrimina que preguntara por un asilo para ancianos. Héctor explica a sus hombres que deben dejar desguarnecida la comisaría para, de esta manera, atraer a Ovidio. Tras comprobar que el fugitivo ha pasado la noche en el taller abandonado de la plaza, Héctor vuelve a comisaría llevándose una desagradable sorpresa.