La oposición del Capitán Samper precipita que su esposa tome la drástica decisión de entregar a su hija a su verdadera familia. Aunque hay una fuerte discusión que está a punto de terminar trágicamente, la niña es puesta en brazos de Manolita para siempre. Siguen los problemas de Bruno y Sole a causa de que Juan se niega visitar a un médico. Un mareo que tiene Juan delante del Morocco le hace recapacitar y promete someterse a cuantas pruebas se precisen para el diagnóstico de su enfermedad. José María pide a Clementina que le aplique un linimento para aliviar su dolor y ella interpreta que en realidad quiere tener una escena erótica con él, por eso manda en su lugar a Alfonso, que le aplica un masaje profesional, dejando a José María muy dolorido. Clementina se compadece finalmente de él. Simón inicia un periplo de despedidas y entrega en el Morocco una caricatura de los cuatro empleados, incluyendo a Celia: para él Celia es también parte del Morocco.