Ramón pasa la noche con Elena y no vuelve a casa a dormir. Encarna aprovecha para arremeter contra él y reprocharle sus veleidades sexuales en un momento tan dramático para la familia. Rosario lamenta que Celia perdiera la oportunidad de aclarar sus sentimientos hacia Jacinto cuando habló a solas con él. Celia confiesa sentirse confusa y nerviosa y no saber a qué atenerse con su marido. La llegada de un grupo de policías al estudio para hacerse unas fotos pone en estado de alerta a todos los que participan en la conjura para ocultar a la hija de Luisa. La presencia de los hombres obliga a Juan Grande a dejar a la niña en casa de los García donde Alfonso no tiene más remedio que hacerse cargo de ella. Ana acude a casa de los García para encargarle a Carmen un asunto de vital importancia para ella: que cuide de su madre. Jacinto comunica a Rosario y a Pablo su intención de dejar la gerencia del Morocco. Encarna confiesa a Marta que Ana es hija suya.