Ana miente a Encarna y Ramón sobre lo que de verdad le preocupa, la noticia de que Marta no es su madre, y logra convencerles de que es el despido de Teresa lo que la tenía alterada últimamente. En la plaza todos esperan con angustia y consternación noticias de la suerte de Fernando. Adelaida quiere quitarse de circulación a la espera de acontecimientos y noticias sobre lo ocurrido. Por consejo de César decide aparentar normalidad y dejarse ver por el barrio, pero tras un encuentro casual con unos policías vuelve muy alterada a casa. Ana recaba a Héctor más información sobre su origen pero lo único que éste puede avanzarle es que tal vez su adopción no fue transparente y legal. El detonador que iba a detener el convoy que traslada a Fernando no provoca ninguna explosión y cuando Andrea y sus compañeros descubren que han caído una trampa, ya es demasiado tarde para reaccionar. Andrea es detenida por un policía infiltrado.