La aparición del pequeño salvaje ha dejado a Sole sin dormir en toda la noche. Pese a que el niño la ha agredido, se despierta en ella un interés por encontrarlo, el mismo interés que Manolita pone a la hora de buscar al hijo de Luisa. Andrea pide a Mario que, si a ella le ocurre algo, tutele el futuro de su hijo Liberto. Llega una carta certificada del ayuntamiento del pueblo de Pascual, y éste no quiere ir a resolver unos asuntos de unas lindes. Carmen se tiene que poner seria y le exige a su marido que se enfrente definitivamente a sus fantasmas del pasado. Encarna habla a Ana sobre la maternidad, pero no como un sentimiento, sino como la necesidad de perpetuar su especie, su linaje, el de los Rivas. José María sigue maniobrando para desprestigiar a Manolita. Desprecia a Carmen y ésta le sabe responder, poniéndolo en su sitio. Teresa es reprendida por Ramón porque supuestamente ha hablado mal de Ana con una clienta.