En el baile de la embajada están a punto de encontrarse Andrea y Ramón, pero Mario logra evitarlo. Aprovechándose de su disfraz de camarera, Andrea intenta verse a solas con el mago para que le facilite la dirección de su próximo contacto, pero aquél no le dice nada y se limita a hacerle un juego de manos. Ya en su habitación Andrea descubre que, pese a las apariencias, el mago sí que ha intentado ayudarle. Pero ha preferido ser prudente porque sospecha de la existencia de un traidor en la organización. Y, en efecto, el traidor se presenta. Marcelino es avisado por Juanito de que Manolita está mosca y trata de congraciarse, pero mete más la pata. Julieta se encuentra con un nuevo vecino que guarda un extraordinario parecido con Juanito el Chico y recibe una fuerte impresión.