Alicia está cada vez más ocupada con los problemas del cine y, pese a pasarse la noche prácticamente sin dormir, entrega tarde un trabajo en la Facultad. Se produce una fugaz reconciliación entre Adriano y Julieta cuando ella confiesa que se casó con él, no por dinero, sino por amor. Andrés está pasándolo fatal con el nuevo encargo sobre el guión del milagro de Fátima y no consigue negarse a escribirlo. Carlos y Alejandro se confabulan para hacer una gamberrada en la película que acaba de empezar a rodarse y casi acaban a tortas con Fernando. Las visitas de Juanito el Grande a Sole se hacen habituales. A Luisa le llegan noticias de Ignacio desde la cárcel: está muy enfermo e incomunicado.