Manolita desoye los consejos de toda la familia y se mete en el negocio de los tintes. La intervención de Alicia vuelve a ser determinante en la coproducción de Numancia Films con los franceses. Volcada en ayudar a Roberto, Alicia vuelve a dar plantón a Matilde y a Gonzalo, el amigo de Carlos que querían presentarla. Valentina y Plácida ponen a los Juanitos al corriente de la actividad de usura de Adriano, lo que les viene muy bien tras la negativa del banco a darles un crédito. Valentina y plácida conspiran para quitarle a Pelayo la organización de la verbena del beato  en la que con tanto esmero está trabajando. Hipólito, sintiéndose despechado por el fiasco de su nombramiento, empieza a comportarse de manera indolente en el trabajo.