En la parroquia, Ángel tiene un mal presentimiento cuando el vendaval rompe una vidriera y apaga la lamparilla del Sagrario. A Pablo le cuesta mucho trabajo que Hipólito deje el Morocco, donde ya no quedan clientes. En mitad de la noche, Hipólito llega a su casa, fuera de sí y confunde a Matilde con Alicia. La tormenta de la noche pasada ha hecho estragos en el barrio, en la Plaza de los Frutos todos se alegran de que haya pasado. Ignacio sorprende a Simón y a Pascual durmiendo en el taller y tras el malentendido inicial y la aclaración de que son ex presidiarios como él se ofrece a ayudarles. Enriqueta y Pelayo se enfrentar con entusiasmo a una entrevista de trabajo en unos Grandes Almacenes, lo que desata la curiosidad de Manolita, que tantea a Marcelino. Alicia sigue con sus preparativos para la huida y se despide de sus amigos del barrio. Alicia no quiere marcharse sin antes decirle adiós a su tia, por lo que reune fuerzas para enfrentarse por última vez a su familia.