Octavio encuentra a Hipólito en el Morocco: su estado no presagia nada bueno. En la coctelería, Hipólito, borracho y enajenado, tiene una violenta disputa con el médico. Apoyado por Manolita, Marcelino descubre la identidad del ladrón de basura: no es ningún animal sino dos pobres indigentes, Pascual y Simón. Una tormenta terrorífica cae sobre Madrid. Nadie puede dormir debido al fuerte viento y al incesante tronar. Alicia y Álvaro, insomnes por la tormenta, tienen un momento de acercamiento durante la madrugada. Juanito el Grande va al Bar El Asturiano a intentar satisfacer un antojo de Sole y encuentra refugiados allí a los dos mendigos. Descubre que es paisano de Pascual, e insiste en alojarles a él y a Simón en el taller: no es noche para dormir al raso. En casa del padre Ángel, Ignacio y Luisa hacen planes de futuro.