Sole ha regresado del velatorio y, aunque Juanito no pregunta nada, está molesto y decide no dejar sola a su mujer en el entierro de la madre de Ángel. Hipólito cree haber resuelto el problema con Alicia y se dispone a hacérselas pagar a Maribel. Sus matones a sueldo entran en casa de Maribel y lo rompen todo. Maribel, temiendo que en plena calle alguien le ajuste cuentas, vuelve al Morocco a ver si allí puede establecerse durante un tiempo. Alicia recuerda que Fernando le dio instrucciones para comunicarse con él por medio de una emisora radio y pide a Luisa para que la ayude a poner una canción dedicado a una hora concreta. Luisa consigue que Marcelino sea el encargado de hablar con Pablo, puesto que en el piso de arriba del Morocco está la radio donde se debe emitir el mensaje. Adriano sigue implorando el perdón y Julieta le responde que sólo se lo otorgaría si estuviera a la puerta de la muerte. Adriano comienza a trazar un plan.