Carlos, informado por Matilde de lo sucedido, reprocha a su madre haber delatado a Alicia. Pero Regina se defiende: todo lo ha hecho por el bien de una familia que, desde la llegada de Alicia, marcha, según ella a la deriva. Carlos se desmarca y promete su apoyo a su prima. Ante la reacción de los familiares de Roberto, que no quieren hacerse cargo del cadáver, Luisa se plantea pagar ella el entierro. La gente de la plaza duda en acompañarla, ante la perspectiva de que la policía tome represalias, pero al final acaban venciendo al miedo. Regina convoca a Octavio, como albacea de Alicia: está pensando muy seriamente que su sobrina deje aquella casa. Octavio le recuerda a Regina que su hostilidad hacia Alicia hunde sus raíces en frustraciones del pasado. Hipólito empieza a sentir la presión de Maribel. Tras un duro enfrentamiento entre Adriano, Jacinto y doña Paquita, el joyero regresa a su casa y descubre que Julieta ha desaparecido.