Hipólito relaciona las detenciones con el interés de Fernando por el destino de Carlos e intenta hablar con su hijo pero no logra comunicarse con él. Quintero se hace cargo de los interrogatorios y emplaza a Roberto a que le diga donde está el cadáver de Jesús, al que ya da por muerto. Alguien irrumpe en el almacén y Fernando le apunta con un arma. Fernando reconoce al intruso que ha entrado en el almacén en el que se oculta: es Natalia, la viuda de Federico, a quien Fernando ayudó en el pasado. Natalia se ofrece a hacer de correo entre Fernando y el grupo de apoyo que debe darle cobertura tras el fracaso de la operación, pero al llegar al lugar de contacto descubre que el grupo ha sido desmantelado. Hipólito no logra encajar la noticia de que Alicia está enamorada de Fernando y muestra un comportamiento cada vez más obsesivo. Alicia tiene un sonoro enfrentamiento con Piluca cuando ésta acusa a Fernando de ser el cabecilla de un grupo terrorista.