Enriqueta, a base de aparentar que se gasta mucho en vestidos para celebrar la Primera Comunión de Leonor, logra que Pelayo recapacite sobre su absurda competencia con Mundi. Sole no sabe cómo afrontar la enorme desazón que le produce la carta de Ángel y recurre a don Senén, quien le aconseja que diga la verdad a su marido. Hipólito empieza a dar síntomas de estar obsesionado y él mismo hace una descripción de su propia dependencia al sexo. Julieta ultima los preparativos para su marcha y tiene un acercamiento a Juanito el Chico, la única persona que, en estos momentos, de verdad le importa. Incapaz de reprimir sus sentimientos Juanito acaba haciendo el amor con Julieta, ignorante de que al día siguiente ella va a desaparecer de su vida. Todo está preparado para el atentado y Fernando advierte a Juanito para que precisamente mañana no se retrase un segundo.