Hipólito, con dolores de estómago y excesivo cansancio, consulta su caso con Octavio, que ata cabos. Álvaro, sin motivo aparente, se muestra seco y severo con Alicia, que no entiende nada. Doña Marcela llama la atención a Álvaro sobre el verdadero motivo de su enfado. Fernando y Roberto, dispuestos para el atentado, se despiden de sus allegados. Roberto, tras una emotiva y equívoca escena con Luisa, le entrega comida para Ignacio. Fernando hace una visita sorpresa a Alicia, y ésta lo interpreta como una propuesta de un encuentro posterior, que, al no producirse, la irrita de nuevo. Hipólito defiende a Maribel delante de Adriano y empieza a sucumbir a su influjo. Julieta, dolida con Adriano por haber estado con una prostituta, se instala provisionalmente en casa de Sole.