Doña Paquita regresa al Ferrol y se despide de Julieta y Octavio, pero antes deja a Jacinto al cuidado del Morocco y advierte a Fernando sobre su forma tan hipócrita de tratarla. Al regreso de Sole y Juanito el Grande, sabemos que Juanito es muy querido en el pueblo y que se ve a veces desplazado entre la gente de Madrid, lo mismo que le pasa a Juanito el Chico cuando ve a Julieta. Doña Paquita y Octavio invitan a Julieta a tomar chocolate. Julieta hace extensiva la incitación a Juanito, pero éste la rechaza, avergonzado: sólo es el chófer de doña Paquita. Regina, para controlar los ímpetus de Hipólito, le pone bromuro en el vino. Manolita rellena una quiniela y juega a los ciegos obligando a Margarita a que le diga los números que van a ser premiados, convencida de que su sobrina tiene poderes.