Luisa y Roberto, algo desconcertados por la noche vivida, se despiden con cierta torpeza. Aunque ha sido un encuentro lleno de magia y ternura, ambos comprenden que ha sido fruto de la soledad e intuyen que no volverá a repetirse. Hipólito sigue mostrando una gran hostilidad hacia Regina. La situación de tensión que viven sus tíos no escapa a Alicia que no sabe cómo ayudarles. Fernando informa a Roberto del nuevo destino de Carlos: la zona de caza de Franco. Este nuevo giro de los acontecimientos afecta favorablemente a sus planes y abre nuevas expectativas. Fernando cree el momento de desenmascarar a Quintero y su sistema de escucha. Ahora todo el personal de Numancia estará prevenido y será más difícil descubrir la trama comunista del cine.